domingo, 23 de mayo de 2010

La Marcha de los Pueblos Originarios fue la expresión más emotiva en la semana del Bicentenario




  



Como ya señalamos el último jueves las comunidades de nativos nos recalcan de forma permanente que nada los liga a los festejos del Bicentenario y hablan de 518 años de olvido.




Por Pedro Noel Romero, corresponsal de NOVA en Casa Rosada.


“Cinco siglos igual, nada que rescatar del Bicentenario, apenas una línea más directa con la Casa Rosada”, titulamos la nota de cobertura de la Marcha de los Pueblos Originarios el último jueves.

Y referimos a que la llegada de los nativos al Obelisco y Plaza de Mayo fue emotiva como muy otras pocas movilizaciones, por ejemplo, la del último 24 de marzo a la vez que subrayamos que con nuestros indios hay despojo y olvido por fuertes intereses económicos y la desidia de todos.

Ellos prefirieron separar las actividades y optaron por finalizar la Marcha un día antes de la inauguración oficial de las actividades enmarcadas en el Bicentenario por parte de Cristina Fernández de Kirchner para machacar en la conciencia colectiva que nada los liga a 200 años de la Patria porque cuentan para sí con 518 años de olvido.

Es obvio que suman los años desde 1492. Fue una obviedad también que en los desfiles de este sábado en los que estuvieron representadas todas las provincias con sus respectivas tradiciones incluidas vestimenta de la época de la Revolución de Mayo y música regional hubiera una casi nula participación de los pueblos originarios.

Porque irrumpieron en Buenos Aires el jueves y protagonizaron una movilización y acto central en la Plaza que tuvo un alto voltaje de emotividad.

Por más que fueron recibidos por la jefa de Estado se mostraron desconfiados. Tienen 518 años de olvido y espera como principal fundamento de esa mirada “de reojo” a todo lo que tenga que ver con la Casa Rosada, el Congreso Nacional y el Palacio de Justicia, sobre todo porque por estos años abundan los desalojos de las comunidades en aquellas zonas de bosques y ricas en recursos naturales favorables para la extracción de hidrocarburos y la minería.

La movilización fue para reclamar un Estado "pluricultural" y una “reparación histórica” y denunciar el "olvido" que sufren las comunidades de nativos en vísperas del Bicentenario de la Revolución de Mayo que abrió paso a la independencia del país.

Los argentinos debemos dejar de mirar para otro lado. A los pueblos originarios les falta agua, padecen desnutrición, la propagación de enfermedades y la expropiación de terrenos. La situación ha ido empeorando día a día en 200 años.

Por ello no resultó extraño escuchar entre los discursos de Plaza de Mayo la denuncia del cacique mapuche Flavio Manrique de  “los atropellos y abusos de los gobiernos, no reconocen los derechos de los indígenas, queremos que el resto de la sociedad sepa lo que estamos sufriendo los pueblos originarios. Pedimos que nos dejen desarrollarnos libremente y crecer, respetando nuestros derechos".

Mientras que el cacique del pueblo mocoví Luis Báez disparó: "es un genocidio silencioso que venimos sufriendo desde hace más de 200 años. En nuestros pueblos el promedio de edad no llega a 60 años".

Ángela Súniga, la representante máxima del pueblo guaraní del Departamento Orán en Salta, mientras aguardaba ingresar a la Casa Rosada, señaló a NOVA que nunca había estado en Buenos Aires y tenía una especial expectativa por el encuentro que iba a tener con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Estaba ilusionada porque “hace muchos años que queríamos conseguir llegar hasta Buenos Aires pero no podíamos lograrlo porque vivimos así, con esta vida de pobres, con nuestros nietos sufriendo cuando hay lluvias y con la falta de trabajo que hace que nuestros hijos anden changueando”.

En varias oportunidades recalcó: “falta para comer, por eso nosotros andamos caminando para conseguir trabajo, seguimos la enseñanza de nuestros abuelos” y reconoció a NOVA que “la posesión de la tierra era el principal reclamo” que la comunidad guaraní iba a presentar a la Presidenta.

Por su parte, Víctor Ruben Segundo, miembro del Consejo de Participación Indígena (CPI) del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), remarcó a NOVA la importancia de que se sigan los lineamientos de la Ley 26.160 de Relevamiento Territorial de las Comunidades Indígenas.

“Es que la mayor preocupación de las comunidades son los desalojos, que nos vienen preocupando hace muchísimos años al igual que los desmontes que provocan esos desalojos”, recalcó.

Segundo no dejó pasar la oportunidad de reconocer que hay una preocupación del gobierno nacional respecto de la causa indígena pero como señalamos en varias oportunidades la línea directa de Milagro Sala con la Rosada sólo favorece a una zona de Jujuy donde desarrolla las actividades la dirigente de la Agrupación Barrial Tupac Amaru pero, en el resto del país, los indios son asfixiados por los gobiernos provinciales como sucede con los mapuches en Neuquén.

Para Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz en 1980, la Marcha de los Pueblos Originarios fue la movilización más importante de las realizadas hasta ahora por los pueblos originarios argentinos y puede "abrir otra etapa en este Bicentenario" y consideró que las comunidades “necesitan recuperar sus bienes naturales y culturales. Hay que cambiar toda esta injusticia, la democracia significa derecho e igualdad para todos".

El último jueves la agencia española EFE refirió al mundo que “la postal de los parajes indígenas se reduce a viviendas precarias de barro y paja donde proliferan insectos como las vinchucas, causantes del mal de Chagas, una de las enfermedades endémicas en comunidades de provincias norteñas, las más pobres del país”.

"La tuberculosis está fuera de control. Se necesitan políticas que permitan superar estas situaciones. En la zona del Impenetrable de (la provincia norteña) Chaco, los pobladores toman de los charcos por falta de agua, con lo cual se potencian muchas enfermedades por la contaminación", sostuvo Rolando Núñez, del Centro Nelson Mandela.

La muerte por desnutrición de al menos 22 indígenas en el Impenetrable, unos mil kilómetros al norte de Buenos Aires, en 2007 llevó a la Corte Suprema de Justicia de Argentina a ordenar medidas urgentes en favor de las comunidades.

En marzo de 2009 el tribunal volvió a exhortar al Gobierno a resolver la situación de los pueblos indígenas, cuya extrema pobreza "continúa causando muertes, especialmente en los niños", indicó Núñez.

Cinco siglos igual, nada que rescatar del Bicentenario, apenas una línea más directa con la Casa Rosada

En la nota de cobertura de la movilización de las comunidades de nativos señalamos: Cinco siglos igual. El Bicentenario sorprendió a los porteños con la irrupción de la Marcha de los Pueblos Originarios cuya llegada al obelisco y Plaza de Mayo emocionó hasta las lágrimas a los que tuvimos el orgullo de ocuparnos de la cobertura periodística animados mucho más por los lazos de solidaridad y afecto que por la cuestión laboral.

Fue un acontecimiento histórico que se dio a propósito en las intenciones de los nativos que marcharon un día antes del comienzo de la actividad oficial por el Bicentenario para trazar una división con esa programación del gobierno nacional y la Jefatura de Gobierno porteño porque los pueblos originarios recalcan que no hay nada que rescatar de los 200 años de la Patria, apenas una línea más directa con la Casa Rosada.

Una línea directa que favorece a la incansable líder social de Tupac Amaru que es la jujeña Milagro Sala pero el resto de las comunidades sigue siendo víctima del despojo y el olvido al que se los relega por la presión de fuertes intereses económicos ligados a la explotación de la tierra, sobre todo los recursos naturales, y la desidia de todos.

Este jueves los Pueblos Originarios plantaron su bandera en Plaza de Mayo para reclamar un "diálogo político" que permita la "reparación histórica" de sus derechos ancestrales. Los dirigentes de las distintas tribus nativas exigen la creación de un Estado "plurinacional" que respete la diversidad, las tradiciones, los territorios y las costumbres de más de treinta pueblos existentes antes de la colonización.

Cuando hablamos de desidia incluimos a la labor periodística. Todos los medios sabíamos que los Tobas en el Impenetrable chaqueño se morían día a día a manos de las pestes abandonados a su suerte que es la peor de las suertes cuando existe un Estado provincial y la Nación a los que les importa un bledo ese nivel de miseria y olvido.

Pero tuvo que irrumpir la mano solidaria de la cantante Patricia Sosa para que sólo a través de notas, reportajes y entrevistas a ella hiciéramos como que nos avergonzamos para denunciar tanto despojo y abandono que sufre esa comunidad de nativos.

Si quien suscribe esta cobertura más de una vez se preguntó de qué se ríe el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, con el drama social que afecta a sus comprovincianos y la muerte por hambre, miseria y pestes que sacude a los Tobas.

Luego del acto realizado frente a la Casa Rosada, los representantes de las comunidades de nativos fueron recibidos por la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner. En el encuentro estuvieron funcionarios del Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI) y seis miembros de las comunidades de nativos, grupo, representativo de unas 30 organizaciones indígenas que estuvo encabezado por Milagro Sala, de la Organización Barrial Tupac Amaru.

En la oportunidad, entregaron a la jefa de Estado un documento exigiendo la devolución de sus tierras, la oficialización de las lenguas indígenas en las enseñanzas primaria y secundaria, y una reparación económica para generar políticas de desarrollo con identidad.

La multitudinaria marcha, que partió hace ocho días desde tres puntos del país, fue recibida con aplausos y bombas de estruendo en la Plaza de Mayo por diversas organizaciones sociales y de derechos humanos. Los representantes de las comunidades kolla, wichi, toba, mapuche, huarpe y guaraní, entre otros, llegaron poco antes de las 17 a la plaza, después de que las columnas del NOA, NEA y SUR provenientes de la localidad bonaerense de Zárate se unieron en el Obelisco.

Los manifestantes lucieron atuendos típicos y exhibieron banderas con los colores que identifican a cada uno de sus pueblos, además de pancartas con las consignas "La tierra robada será recuperada" y "La tierra no se vende, la tierra se defiende", mientras tocaban música nativa con instrumentos autóctonos.

Desde el escenario montado a un lado de la Pirámide de Mayo, los pueblos originarios representados en la marcha leyeron un documento en el cual reivindicaron el derecho a la tierra que habitan y pidieron a las autoridades "más diálogo" a fin de poder construir una Argentina "pluricultural", en el marco del Bicentenario.

También reclamaron una "refundación" del Estado argentino a partir del "reconocimiento y protagonismo de las naciones en la toma de decisiones respecto de las políticas de desarrollo con identidad". "Creemos que la Argentina tiene una deuda muy grande con nosotros. Nuestra esperanza es que la Presidenta le diga a la sociedad que los pueblos originarios somos parte del país" se cansaron de repetir a coro.

También denunciaron "el olvido" y "el genocidio histórico" de esas comunidades originarias, y exigieron la protección del medioambiente y los recursos naturales. En otro párrafo del texto, demandaron la reglamentación de la Ley de Relevamiento Territorial, aprobada hace cuatro años, y solicitaron la eliminación del calendario oficial del feriado del 12 de octubre, denominado "Día de la Raza", para promover en su lugar las fechas sagradas de sus pueblos.

La Marcha de los Pueblos Originarios, que llevó como consigna "Caminando por la Verdad hacia un Estado Plurinacional", salió el 12 de mayo desde La Quiaca (Jujuy), Resistencia (Chaco), Mendoza y Neuquén. 

La movilización contó con la adhesión de la presidenta de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini y las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora; Abuelas; H.I.J.O.S Capital y Mar del Plata y Familiares de Detenidos y Desaparecidos por Razones Políticas; y se sumó a los reclamos la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), encabezada por su secretario general Hugo Yasky y otras organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos.

Según datos oficiales publicados por el diario Página 12, en base a la Encuesta Complementaria de Pueblos Indígenas (ECPI) 2004-2005, en Argentina hay un piso de 600 mil 329 personas que se reconocen pertenecientes y/o descendientes de pueblos indígenas. Las organizaciones indígenas aseguran que el número es mayor, sobre todo por quienes poco a poco comienzan a asumir su identidad, próximo al 1,5 millón de personas, el 3,9 por ciento de la población total.

Los pueblos indígenas están lejos de ser un todo homogéneo. Altamente atomizados, abundan organizaciones que pretenden arrogarse la representatividad de todos los pueblos, pero no existe una organización a nivel nacional ni provincial que tenga ese poder. Lo cual transforma al movimiento indígena en un espacio de muchos referentes, donde radica quizás una debilidad, pero también su mayor fortaleza: no existe gobierno (ni nacional ni provincial) que pueda dominar por completo a toda una etnia indígena.

Entre las comunidades indígenas también hay disputas, divisiones y no son ajenas a la cooptación de los políticos de turno.

En este contexto, la marcha que llegó a la Plaza de Mayo no estuvo ajena a polémicas y versiones de divisiones en el seno de históricas organizaciones indígenas.

Finalmente, la histórica movilización fue impulsada por la Confederación Mapuche de Neuquén, la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita (UPND de Tucumán), la Coordinadora de Organizaciones Kollas Autónomas (Kollamarka de Salta) y el Consejo de Autoridades Indígenas de Formosa. También tuvo un papel fundamental la organización Túpac Amaru (cuya referente nacional es Milagro Sala), que aportó una logística nunca antes vista en una movilización indígena.

Fuente "Agencia NOVA"




No hay comentarios:

Publicar un comentario